“Este curso y la compañía de Erika, cambió mi vida y mi familia. Aprendí que antes de disciplinar ocupo reforzar el vínculo con mi hijo y que sólo un adulto calmado y respetuoso puede modelar a sus hijos la conducta deseada. Aún más aprendí a no juzgar a mis hijos, y darles la libertad que aún disciplinando con amor, ellos pueden elegir cómo actuar.¨
“Fueron sesiones en las que aprendí a dar un espacio a mi bebé para explorar, sin intervenir. También aprendí cómo intervenir, sólo si era necesario. Lo que más me gustó fue darme cuenta lo importante de hacer una Pausa para observar a mi bebé, ella en esa libertad me mostró destrezas que ni sabía que tenía”